
Cómo lavar tu cara: Nuestra guía de limpieza
El modesto lavado facial. El paso más importante de cualquier rutina de cuidado de la piel, ¡lo sabemos! Pero no todo está en los productos que te aplicas. Aquí te damos nuestros consejos, trucos y sugerencias para hacer que tu rutina de cuidado de la piel mejore y que tu piel se sienta siempre fresca, limpia y lista para el próximo paso en el cuidado de la pie
¿Con qué frecuencia lavas tu cara?
A pesar de que no hay una respuesta precisa, decimos que dos veces al día es una buena regla general. ¿Un día sin maquillaje? No importa, aún así es necesario refrescar la piel. Tienes que retirar toda esa contaminación, sudor diario e impurezas. ¿En la mañana? Puede que la piel no esté cubierta de suciedad del día, pero tu piel estuvo en contacto directo con la almohada, lo que significa que es mejor retirar las células muertas, la grasa y el sudor. Un algodón empapado en agua micelar ayuda a renovar la piel en un sólo paso rápido.

No olvides estos puntos de cuidado de la piel
La mayor parte del tiempo limpiamos y repetimos. Seguimos nuestra rutina habitual en piloto automático, lo que significa que se nos pueden olvidar algunas zonas. ¿Cejas maquilladas del día anterior? Sí, nos ha pasado. Hazte amiga de tus orejas (y detrás de ellas), debajo de tu mandíbula, cuello y la línea de nacimiento de tu cabello. ¿No quieres que se te moje el cabello? Una toallita limpiadora facial hace maravillas en ese vello muy fino cubierto por una base muy cargada.
1. No abuses de tu limpiador
¿Crees que el término "rechinando de limpia" es algo bueno? No cuando se trata de tu piel. Esa sensación seca y tirante usualmente significa que frotaste demasiado, o usaste un limpiador demasiado agresivo para tu tipo de piel. Te aconsejamos que siempre elijas un producto que sea suave y amable con tu piel, y que deje la barrera de humedad intacta. ¿Nuestra sugerencia? El Limpiador Facial Refrescante Suave con la Piel Simple® está hecho sin químicos agresivos y no contiene jabón, ¡así que no secará tu piel!

2. Prueba una rutina de limpieza facial doble
¿Alguna vez escuchaste hablar de esta vía de limpieza de doble función? La idea de esto es duplicar la acción de los limpiadores: uno ayuda a liberarte del maquillaje y el otro va a limpiar tu piel directamente.Prueba con un aceite limpiador (como paso uno) seguido de un limpiador facial en espuma o agua Micelar como el paso dos. Es una de las mejores vías de limpieza si lo que buscas es una limpieza (más) profunda. ¿Nuestro consejo? No exageres y sigue la doble limpieza sólo una vez por semana.
3. Evita limpiar tu piel en la regadera
Cuando nos bañamos, es cuando lavamos el resto de nuestro cuerpo, así que tiene sentido lavar nuestra cara al mismo tiempo; pero el agua de la regadera por lo general está mucho más caliente de lo que querríamos para nuestro rostro, lo que significa que puede deshidratar la piel, mientras que posiblemente esté debilitando la barrera lipídica natural. Mejor límpiala y enjuágala con agua tibia antes de meterte a bañar, y vas a ayudar a que la piel se sienta más calmada y en equilibrio.
4. Puedes limpiar tu cara sin cortar con tu rutina diaria
¿Alguien más en tu casa no sale de bañarse? ¡No hay problema! Si no tienes acceso al agua de la llave, nadie va a impedir que logres la mejor limpieza dos veces por día. Prueba usando agua micelar de limpieza. Usa micelas para atraer el maquillaje, la suciedad y el sebo de tu piel sin alterar su barrera natural. ¿Y lo mejor? No se enjuaga, no queda pegajoso y comienza tu viaje del cuidado de la piel con un paso fácil (y sin agua).
5. Dale a tu piel un pequeño masaje
Cuando escojas un limpiador facial que se enjuague, masajea tu piel con movimientos circulares, concentrándote en las áreas donde se junta la suciedad, como los lados de tu nariz y el cuello. Trata de no jalar la piel hacia abajo, ya que puede añadir presión innecesaria en la piel delicada. Este pequeño masaje también ayudará a elevar la circulación y a brindar oxígeno en la superficie de la piel, haciéndola lucir fresca y saludable, ¡y eso se siente muy bien!
6. Desmaquíllate sobre la marcha
¡No siempre tienes que desmaquillar tus ojos en un baño! A veces, deshacerte de la suciedad se puede lograr sobre la marcha. ¿Alguna vez te dio miedo que tu máscara de pestañas se escurriera sobre tus mejillas después de hacer ejercicio? El sudor mezclado con el maquillaje diario y la contaminación pueden ser un detonante que irriten la piel.
Coloca un paquete de Toallitas Desmaquillantes con Agua Micelar SImple® en tu bolsa del gimnasio para una limpieza rápida antes y después de la clase de spinning, dejarán tu piel sintiéndose hidratada y limpia, además, ¡son de las mejores desmaquillantes para piel sensible!
Así que, ya lo sabes. Nuestra guía inteligente para entender cómo lavar tu cara, para una sensación fresca sin tanto problema. Y ahora, ¿dónde quedaron esas toallitas?

No esperes para humectar
Tan pronto te hayas limpiado, sigue con un humectante mientras la piel está aún un poco húmeda, para impedir que pierda humedad o se deshidrate. ¿Un consejo rápido? Calienta un poco el humectante frotándolo entre las yemas de tus dedos antes de aplicarlo: se vuelve deliciosamente suave.

¿Cómo limpiar tu cara? ¡Ahora ya lo sabes! Estos consejos y trucos ayudarán a organizar tu rutina de limpieza.
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